La Corte Suprema de Estados Unidos se valió este viernes otra vez de su mayoría conservadora, obtenida durante el gobierno de Donald Trump, al avalar que existan discriminaciones en el ámbito comercial, en un fallo que basado en la libertad de expresión le dio la razón a una diseñadora gráfica que se negó a crear sitios de internet para matrimonios igualitarios.
Un día después de dictaminar en contra de los programas universitarios de discriminación positiva, como el que otorga un cupo por color de piel u origen étnico, el máximo tribunal del país decidió que las empresas que atienden al público y desempeñan actividades creativas pueden invocar la libertad de expresión para negarse a prestar un servicio contrario a sus valores.
La Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión, implica que en Estados Unidos “la gente es libre de pensar y expresar lo que quiera, no lo que el Gobierno le diga”, escribe en su nombre el magistrado Neil Gorsuch, el primero del total de tres jueces de la Corte Suprema que nominó Trump durante su mandato.