Más de 75.000 trabajadores de Kaiser Permanente, una de las aseguradoras de sistemas de atención médica más grandes de EE.UU., se han sumado este miércoles a las huelgas de diferentes sectores que tienen lugar por todo el país.
Se trata de la mayor huelga sanitaria de la historia estadounidense, y en ella los empleados del sector exigen mejores condiciones laborales y aumentos salariales después de que el contrato sindical expirara este pasado fin de semana.
“La huelga es nuestro último recurso”, aseguran los manifestantes, que explican que la finalidad de sus protestas es subrayar la gravedad de la crisis de personal. De acuerdo con sus palabras, los pacientes se enfrentan a horas de espera para recibir atención médica, al mismo tiempo que la escasez de trabajadores produce agotamiento, estrés y angustia mental en los sanitarios que siguen al pie del cañón.
Por otra parte, los sindicatos piden un salario mínimo de 25 dólares por hora para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo producto de la inflación. La huelga afecta a cientos de centros médicos de Kaiser Permanente, empresa que presta servicios a 12,7 millones de personas en diferentes estados del país. Durante el primer semestre de este año, la compañía tuvo más de 3.000 millones de dólares en ganancias, pero ha pagado sueldos anuales superiores a un millón de dólares a al menos 49 de sus directivos.
Este no es el primer paro masivo que se convoca este año en EE.UU. Anteriormente, una huelga que comenzó en mayo reunió a los sindicatos SAG-AFTRA, que representa a unos 160.000 actores y otros trabajadores de medios de comunicación, y WGA, que agrupa a más de 11.500 guionistas de la industria audiovisual.
Asimismo, el sindicato automotriz estadounidense United Auto Workers amplió recientemente las huelgas a nuevas plantas de Ford y General Motors, al convocar a unos 7.000 trabajadores a sumarse a la protesta. Según el gremio, las compañías se niegan a avanzar en las negociaciones y abusan de los empleados. La tercera ronda de paros comenzó hace dos semanas.
La huelga sanitaria actual, que destaca por su magnitud, se lleva a cabo en un ambiente en el que los trabajadores de la salud no dejan de expresar su frustración y hartazgo desde la pandemia del covid-19. Según un informe, solo en 2021, casi 334.000 profesionales de la salud abandonaron la fuerza laboral. Mientras tanto, otro estudio de marzo de este año encontró que el 50% del personal de salud encuestado manifestó agotamiento.