Arqueólogos de Colombia y el Reino Unido hallaron decenas de miles de pinturas rupestres creadas hace hasta 12.500 años en los acantilados del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, ubicado en la región amazónica colombiana.
Esos especialistas descubrieron en 2019 este conjunto de obras del arte prehistóricas que se extienden durante casi 13 km, denominado la ‘Capilla Sixtina de los antiguos‘, en la serranía de la Lindosa, pero el acontecimiento se mantuvo en secreto hasta el momento.
El motivo es que el proceso se filmó para la serie documental ‘Jungle Mystery: Lost Kingdoms of the Amazon’ (‘Misterio de la selva: reinos perdidos del Amazonas’), que la cadena británica Channel 4 estrenará este diciembre, informa el diario The Guardian.
Los autores fueron los primeros homínidos que llegaron a la Amazonia y representaron a congéneres que bailan y se toman de la mano, así como diferentes especies que habitaron la zona durante la Edad de Hielo, desde animales extintos como mastodontes, palaeolamas o perezosos gigantes hasta caballos, aves, peces, tortugas o lagartos.
“Las pinturas son tan naturales y están tan bien hechas que no dudamos que se trata de un caballo, por ejemplo. El caballo de la Edad de Hielo tenía una cara salvaje y pesada. Es tan detallada que incluso podemos ver el pelo del caballo. Es fascinante”, explicó José Iriarte, investigador principal y profesor de Arqueología en la Universidad de Exeter (Inglaterra, Reino Unido).
Este especialista detalló que se encontraron pedazos de ocre que los autores emplearon para dar un color rojizo a las pinturas y sugirió que las obras tenían un significado sagrado, debido a que para los pobladores de la zona “los animales y plantas tienen alma y se comunican y se relacionan con las personas de forma cooperativa u hostil a través de los rituales y las prácticas chamánicas que vemos representados en el arte rupestre”.
Por su parte, la paleoantropóloga y presentadora del documental, Ella Al-Shamahi, subrayó que la región “no siempre fue una selva tropical” y el descubrimiento “no solo ofrece pistas sobre cuándo realizaron las pinturas algunos de los primeros habitantes”, sino también sobre “cómo era el lugar: más parecido a una sabana”.