Un submarino, que llevaba a bordo a cinco personas para observar los restos del transatlántico Titanic, desapareció este fin de semana en el Atlántico norte, frente a Terranova, Canadá, y es buscado intensamente a través de una misión de rescate, se informó este lunes.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
Ayer, los equipos de rescate detectaron un ruido bajo el agua de origen desconocido en la zona de búsqueda de unos 20.000 km2, casi del tamaño de El Salvador.
El contralmirante explicó que “esta mañana, el ROV (vehículo de control remoto) descubrió la cola del sumergible sobre el lecho marino a aproximadamente 1.600 pies (487 metros) de la proa del Titanic” donde no hay restos del transatlántico, junto con “escombros adicionales” y agregó que tras la “consulta con expertos del comando unificado” llegaron a la conclusión de que “son compatibles con la catástrofe”
“A partir de este hallazgo, notificamos a las familias de parte del comando unificado y de la Guardia Costera y les ofrecimos nuestras condolencias”, dijo y señaló: “Solo puedo imaginarme lo difícil que es para ellos y espero que este descubrimiento les de consuelo en este momento”.
Mauger subrayó que los robots que fueron enviados para detectar las imágenes del sumergible “continuarán allí para recabar información”.