Los efectos de la sequía que afronta la región centroamericana están comenzando a afectar negativamente a la mayor vía de comunicación fluvial de Latinoamérica. El Canal de Panamá ha tenido que limitar el tránsito diario de buques y los navíos en cola de espera para cruzar alcanzan este jueves los 114.
El incremento todavía no es sensible –en circunstancias normales hasta 90 barcos esperan diariamente para navegarlo–, pero señala un camino que puede agravarse a medida que continúe escaseando el agua.