El fenómeno, que generó una de las mayores sequías de las últimas temporadas, provocó un fuerte impacto sobre la producción agrícola. Las pérdidas en materia de exportación para el país en 2023 se ubicarán en torno a los US$ 20.000 millones.
Luego de tres años consecutivos de presencia sobre gran parte de los países del Cono Sur, finalizó la vigencia del fenómeno climático seco La Niña en la región y ahora el debate se centra en cuándo podría comenzar a normalizarse el régimen de lluvias teniendo en cuenta que la zona pampeana necesita la caída de entre 200 y 300 milímetros (mm) de agua para encarar la nueva campaña de trigo.
A partir de la normalización de la temperatura en el Océano Pacífico Central, epicentro en el que nace el fenómeno, la Mesa de Monitoreo de Sequías, que está integrada por diversos organismos estatales, dio por finalizada la vigencia de La Niña, que generó una de las peores sequías de las últimas décadas con fuerte impacto sobre la producción agrícola y pérdidas previstas en materia de exportación para el país en 2023, en torno a los US$ 20.000 millones.
En los últimos días el fenómeno natural conocido como El Niño – Oscilación del Sur (ENOS) pasó ahora a una tercera etapa definida como “fase neutral, en la que la temperatura del agua del océano no alcanza la condición necesaria para definirse como Niño o Niña”, explicó la especialista del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Natalia Gattinoni.