Los montos señalados, que no incluyen el pago de un alquiler ni expensas, registraron en el mes de mayo una suba del 9,83%, un 0,54 más que en febrero.
Una familia de cuatro miembros que habita en la ciudad de Buenos Aires necesitó en marzo percibir ingresos de por lo menos $ 107.836,35 para no ser considerada en situación de indigencia, $191.240,96 para no quedar comprendida en la pobreza y $ 293.925,58 para ser considerada de clase media, de acuerdo con los datos difundidos por la Dirección General de Estadística y Censos porteña.
De esa forma, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan el límite de la indigencia, tuvieron el mes pasado un aumento del 9,83%, 0,54 punto porcentual más que el 9,29% de incremento registrado en febrero, en tanto el acumulado en doce meses llegó al 117,40%, 8,71 puntos más que el 108,69% de la medición previa.
En el caso de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el tope de la pobreza, el incremento mensual fue del 9,23% (contra 7,19% de febrero) y el interanual del 111,39% (105,35% en el mes anterior), mientras que la Canasta Total (CT), que en diferentes proporciones delimita al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, subió 9,24% en el mes (mayor al 7,01% de febrero) y 110,35% en relación con marzo de 2022 (104,29% en la medición anterior).
Los montos señalados no incluyen el pago de alquiler de vivienda ni de expensas comunes, por no ser considerados gastos de consumo.
La evolución de las canastas en marzo reflejó el mayor peso relativo de los alimentos básicos respecto de los gastos en otros bienes, servicios y tarifas, que no forman parte de los gastos de indigencia, razón por la que los porcentajes de este último estrato tuvieron un incremento superior al de los demás.